IGP Tarta de Santiago
La elaboración de la Tarta de Santiago es un proceso artesanal transmitido de generación en generación, que fue evolucionando en función del progreso tecnológico experimentado en los últimos años para atender las exigencias del mercado, sin perder su propia identidad. Las técnicas empleadas en la fabricación tienden a obtener productos de máxima calidad, manteniendo los caracteres tradicionales de las tartas amparadas por esta indicación geográfica protegida.
Medio Natural
El área de elaboración de las tartas amparadas por la IGP Tarta de Santiago abarca toda la Comunidad Autónoma de Galicia.
La Tarta de Santiago nace en las cocinas acomodadas de los siglos XVI al XVIII, cuando consumir productos exóticos, como las almendras y el azúcar, significaba tener riqueza y poder; servirlos a los huéspedes significaba honrarlos y, al mismo tiempo, confirmar su pertenencia al grupo social privilegiado.
La popularización de la peregrinación a Santiago a través de las distintas rutas jacobeas, particularmente en los últimos lustros, trajo a la capital y, en general, a la comunidad autónoma, multitud de visitantes, tanto españoles como de otros países, lo que sirvió para divulgar el conocimiento de este producto típico de la repostería gallega fuera de sus fronteras.
La divulgación universal de este dulce es también fruto del buen hacer de los talleres gallegos, en general, y compostelanos en particular, que supieron conservar las recetas heredadas. Solo la cuidadosa atención a la calidad de los ingredientes y el esmero en la elaboración garantizan la conservación de las virtudes y sabores tradicionales de este postre y hacen del algo apetecible para todo tipo de público.