DO Ribeira Sacra
La Ribeira Sacra es vino, pero también es paisaje, gastronomía y arte románico.
Los bancales en los que se cultivan sus vides son imagen de una forma de vida y del paisaje que la enmarca. El terreno admite poca mecanización por ello los vendimiadores realizan su trabajo artesanalmente, subiendo y bajando las escarpadas laderas para cuidar con cariño, día a día, sus vides.
Una vez que la tierra y el sol transmitieron a la uva toda su autenticidad y sabor, los racimos se vendimian uno a uno y se depositan cuidadosamente en cajas de veinte kilos. Después son transportados a hombros hasta los caminos o hasta el río para que, con vehículos o barcas, las uvas hagan su último viaje hasta las bodegas.
Las uvas son procesadas en las bodegas donde se conjuga la tradición con la vanguardia para producir unos vinos de características únicas.
Es un trabajo heroico en total equilibrio con la naturaleza y con una tradición milenaria para regalarnos unos vinos de altísima calidad.
Medio Natural
La denominación de origen Ribeira Sacra se sitúa a lo largo de las riberas de los ríos Miño y Sil, en el sur de la provincia de Lugo y en el norte de la de Ourense y engloba cinco subzonas:
- Subzona de Amandi
- Subzona de Chantada
- Subzona de Quiroga-Bibei
- Subzona de Ribeiras do Miño
- Subzona de Ribeiras do Sil
Las características de sus suelos y las condiciones climáticas unidas a los contrastes de su orografía conforman una zona con buenas características para el cultivo del viñedo.
La maduración tiene mucho que ver con la orientación al sol y la altitud a la que se sitúan las viñas. La Ribeira Sacra se caracteriza por los grandes contrastes geográficos, profundas cuencas y alineaciones montañosas, hecho que se refleja en sus vinos.
Las variedades presentes son fundamentalmente autóctonas seleccionadas a lo largo de los años, que originan unos vinos específicos desde el punto de vista fisicoquímico y sensorial.
Los viticultores buscaron las mejores laderas bien orientadas y con suelos adecuados, sobre las que construyeron muros de piedra para abancalarlas y configurar un paisaje absolutamente singular.
Hay que destacar el rigor de los controles de calidad que se aplican, que hicieron posible el prestigio de los vinos de la Ribeira Sacra.
Pero la Ribeira Sacra, que sin duda tiene el vino como señal principal de identidad, es un todo que armoniza paisajes de flora atlántica con la vegetación mediterránea en el valle del Sil; es un conjunto que combina una importante riqueza de monumentos románicos con los valles de sus ríos; es la expresión más evidente de como el respeto a la tradición se puede y se debe combinar con la moderna forma de entender el mundo del vino.