IGP Lacón Gallego

Los antecedentes históricos que sirven de presentación del Lacón Gallego son innumerables.

El lacón forma parte de nuestra cultura y de nuestras costumbres. El consumo del lacón tuvo siempre un gran arraigo en Galicia por su fácil conservación, al ser un producto curado, además de sano y con un alto contenido proteico.


Materias primas

Para elaborar el producto amparado por la IGP Lacón Gallego se utilizan las extremidades delanteras del ganado porcino. Los cerdos deberán ser de las razas: celta, large white, landrace, duroc y sus cruces entre sí. Se acepta el cruce con las razas blanco belga y pietrain, de probada aptitud cárnica, siempre que intervengan en una proporción inferior al 25%.

En la alimentación de los animales queda expresamente prohibido el uso de productos que puedan interferir en su ritmo normal de crecimiento, así como los aceites, harinas de pescado y sus derivados, durante la ceba.

Características del producto

Las principales características del “Lacón Gallego” son las siguientes:

Peso: entre un mínimo de 3 kg y un máximo de 5,5 kg.
Aspecto externo: limpio y firme. El lacón estará entero, conservando la piel y el pezuño, pero sin cascos.
Textura: firme al tacto, siempre en relación a su grado de curación.
Grasa: untuosidad variable, blanquecina, aromática y de sabor agradable.
Color: del rosa al rojo púrpura.
Aspecto al corte: limpio, brillante, con grasa parcialmente enterfibrada en la masa muscular.
Aroma: suave y agradable, exento de rancio y olores extraños.
Sabor: poco salado, con retoques ligeramente dulces, untuoso y con cierta intensidad.

¿Quieres recibir las novedades de experiencias de calidad?