Propuesta de Nacho Costoya para juntar San Simón da Costa y Ribeiro, dos productos con denominación de origen de Galicia, que comparten siglos de amor y de esmero.

Cuando hablamos de San Simón da Costa, hablamos de textura, sabor, ahumado, olor a mantequilla, a frutos secos... Cabe recordar que la intensidad del aroma ahumado está sobre todo en el exterior, en la corteza del queso, y que en el interior predominan otro tipo de aromas más sutiles derivados de la leche de vaca de la que procede.

Cuando hablamos de vino Ribeiro, hablamos de la DO más antigua de Galicia. En este caso se optó por un vino blanco para maridar con el queso, una combinación perfecta entre aroma, sabor y textura. Para potenciar las sensaciones organolépticas de este maridaje, resulta importante la temperatura de servicio del vino. A veces se sirve demasiado frío, con ese control de la temperatura se intenta buscar ese punto cálido que junto con el queso va a hacer una combinación intensa y favorable. Así, se protege no solo el propio sabor sino que también se potencia el ahumado sin llegar a ser desagradable.

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